Layna está situado al sur de la provincia de Soria haciendo límite con la provincia de Guadalajara. De su tierra son famosas las setas y por ello, en épocas de recogida, mucha gente de la comarca acude a Layna para buscarlas. También son conocidas las plantaciones de trufas que circundan el pueblo.
Además Layna destaca por los yacimientos arqueológicos de “Cerro Pelado” que se han encontrado en este municipio.
El yacimiento de naturaleza cárstica, tiene una antigüedad de 3,5 millones de años. El lugar estaba construido por un sistema de cuevas que servían de refugio o madrigueras a distintos animales. El origen de la formación de este cúmulo de huesos fósiles en el citado lugar se debe a que los animales que ocuparon estas cavidades en la roca eran depredadores y/o carroñeros y transportaban a sus cubiles los restos de animales cazados o carroñeados.
En el yacimiento de Layna está constatada la presencia de más de 40 especies de animales fosilizados que pertenecen a casi todos los grupos de vertebrados (anfibios, reptiles, aves y mamíferos). Alguna de estas especies se ha descrito por primera vez en este yacimiento, como es el caso del conejo más antiguo que se conoce y que está dedicado a esta localidad, el Oryctolagus Laynensis. Otras nuevas especies descubiertas en este yacimiento son : Hipparion fissuarae, que es un équido con tres dedos y el rinoceronte Stephanorhinus miguelcrusafonti.
Entre otras especies que ya eran conocidas, y que también estaban presentes en Cerro Pelado hace 3,5 millones de años, se puede señalar la presencia del primate Dolichopitecus ruscinensis, así como dos especies de hienas: Pachycrocuta pyrenaica y Chasmaportetes lunensis; a esta última también se la conoce como “hiena cazadora”. Continuando con las especies de carnívoros, se puede citar la presencia de un cánido del género Nyctereutes (N. Donnezani) que es similar al actual perro mapache que vive en Asia. Existen además tres especies de félidos; un machairodontino (félido de gran tamaño y dientes de sable); un lince parecido a los actuales y un guepardo. También se ha ratificado en Cerro Pelado la existencia de fósiles que pertenecen a un oso de pequeña talla (Ursus minimus). Entre los rumiantes se ha constatado la presencia de ciervos y gacelas.
El medio ambiente de este lugar en la época de referencia se puede inferir a partir de los datos faunísticos y geológicos. Ellos indican que Cerro Pelado hace 3,5 millones de años presentaba un paisaje de matorral con bosque abierto, con un clima más templado que el actual, con dos estaciones bien marcadas, una seca y otra húmeda.